La Defense: incursión fotográfica en el lado oculto de la luna

El chofer del servicio de traslados nos estaba esperando ya con un pequeño cartel con mi nombre. Bastó un breve intercambio de palabras para llegar a tres conclusiones importantes: 1) yo no hablo francés; 2) él no habla español ni inglés; 3) ninguno de los dos habla el macedonio ni el euskera. Le dije que íbamos a un hotel en La Defense y le proporcioné una tarjeta con la dirección exacta. La leyó y la introdujo a su sistema de GPS. Todo, aparentemente, bajo control. En unos veinte minutos llegamos a esta zona y nos introdujimos en un mundo de avenidas, pasos a desnivel y glorietas. El chofer veía con cierta preocupación la pantalla del GPS y parecía no comprender la situación. En su básico inglés me decía “it’s very complex”. Cosa que nos quedó bien clara después de otros veinte minutos de dar vueltas y tomar otras rampas y no llegar a nuestro destino. Me pidió de nuevo la tarjeta para ver el teléfono del hotel. Habló y pidió instrucciones para llegar. Escuchaba y repetía  “d’accord, d’accord” (frase que me tranquilizaba). Colgó y nos embarcamos en otro round de vueltas y retornos… y nada. Habló dos veces más y seguía con su “d’accord”, entre otras frases que denotaban una creciente desesperación. Después de diez minutos más de intentos al fin llegamos a la puerta de nuestro hotel. Respiró aliviado y se deshizo en disculpas y volvió a decir que la zona era “very complex”. Gracias a mi escaso francés de guía turística, pude captar ese “Desolé!… Desolé!”.

¡Al fin en La Defense!

Escultura After Olympia, de Anthony Caro, con el Gran Arco al fondo. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.
Carpe Diem. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.
Escultura la Araña Roja, de Alexander Calder. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.
El Gran Arco de la Fraternidad. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.

Pero, ¿qué carambas es La Defense (La Defensa, en español)? Se trata del barrio de negocios de París que, para no irrumpir en el corazón de la capital francesa ni romper con la arquitectura clásica, parques y bulevares haussmannianos que tanto nos atraen, se asentó a dos kilómetros de los límites externos de su centro, en el oeste, cruzando el río Sena. De esta manera, no se afectó ninguno de sus 20 distritos (arrondissements), dotados cada uno de su propio carácter e historia. Estamos hablando de una extensa zona de 160 hectáreas situadas en tres comunas: Nanterre, Puteaux y Courbevoie. Tiene una explanada peatonal (¡una maravilla!) de 31 hectáreas, que conecta los edificios y que incluye jardines colgantes, rampas y pasajes, además de ochenta obras de arte (que convierten al área en un museo al aire libre), áreas de descanso, diversión, salas de exposición, comercio  y mercados. La zona está perfectamente conectada con el resto de París por medio de la Línea 1 del metro y el RER (Réseau Express Regional), que es el sistema ferroviario regional. En solo 15 minutos se puede uno bajar en el Museo del Louvre, o en 5 minutos más en la Plaza de la Bastilla. A los habitantes y trabajadores de La Defense se les llama «Defénsois» que, por cierto, suena bien.

Ciclista, haciendo alto en la explanada. La Defense, París (foto tomada desde el cuarto del hotel). © Arturo Guillaumín T. / 2017.
Anuncio luminoso del enorme centro comercial Quatre Temps. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.
Texting junto al espejo de agua Takis, adornado con ligeras esculturas coronadas con luces. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.
Viva el Viento, de Michael Deverne (un ave posada en una lámpara me mira con desconfianza). La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.

La construcción de La Defense inició en la década de 1960, pero fue diez años después que la zona adquirió impulso. Si bien al comienzo los diseños eran más bien convencionales, poco a poco se hicieron más audaces y el único limite sería la creatividad de los arquitectos, urbanistas y artistas plásticos que, en conjunto, imprimieron un sello tan especial que hoy constituye un lugar que merece ser visitado, al igual que la Torre Eiffel, Montmartre o el Barrio Latino. Aquí coexisten perfectamente la escala de los grandes rascacielos con la de espacios acogedores «a ras del suelo» donde se puede convivir, hacer ejercicio, aprender a bailar o comprar quesos y verduras directamente de los productores locales. El centro de atención de todo el conjunto es el Gran Arco, situado en el extremo oeste de la explanada: un inmenso cubo de hormigón recubierto de cristal y mármol blanco de Carrara, de 110 metros de lado y con un peso de 300 mil toneladas. La catedral de Notre Dame cabe completamente entre las paredes del Arco. Por dentro, alberga diversas dependencias de gobierno y de empresas francesas e internacionales. Si se mira un mapa, se puede constatar que el Gran Arco está en alineación con el Arco del Triunfo, el obelisco de la Plaza de la Concordia, el Arco del Carrusel y la pirámide de cristal del Museo del Louvre. ¡Vaya si son obsesivos estos urbanistas con el orden!

Reflejos y texturas de los edificios. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.
La Fuente de las Corolas, de Louis Leygue. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.
Perspectiva de la explanada. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.

La Defense cuenta con un sitio oficial en Internet (www.ladefense.fr) muy bien organizado donde podemos encontrar información de primera mano para visitar y conocer mejor este barrio. Incluso tiene un catálogo pormenorizado de las obras de arte que están distribuidas en distintas partes de la explanada. Por cierto, ésta extensa superficie se puede recorrer con un mapa o una guía en la mano o, como nosotros, dejándonos llevar por la curiosidad y descubrir sus inesperados rincones, que pueden incluir un cultivo de vides, árboles con una estructura de madera para que los visitantes observen de cerca sus copas (con la benevolencia de los pájaros que los habitan), agradables bares al aire libre donde se puede disfrutar la «hora feliz», una visita a la cubierta del Gran Arco con vistas espectaculares de París… Aunque se intente, es casi imposible perderse en La Defense, debido a que se encuentra muy bien señalizada. Una de las cosas que descubrimos es que los turistas aún son una minoría entre la gente que recorre esta área. Nada de filas interminables o grupos conducidos por sus guías, indicándoles que miren a la derecha o a la izquierda, lo cual es de agradecer, sobre todo en verano. No hay que olvidar que París es visitada por más de 18 millones de turistas extranjeros cada año.

Conjunto de árboles con rampa para explorar sus copas. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.
La Fundación Louis Vuitton en el bosque de Bolonia (izq.), y la Torre Eiffel al fondo (foto tomada desde la ventana del hotel). La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.
Espejismos fotográficos. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.
Jugando con los reflejos de los edificios. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.

Alojarnos en un hotel de La Defense, nos permitió explorar y conocer una nueva dimensión de la ya alucinante ciudad de París. Desde nuestra habitación teníamos una gran panorámica que incluía no sólo la explanada central, sino también la Fundación Louis Vuitton, en medio del Bosque de Bolonia, y la Torre Eiffel al fondo. Por cierto, si el lector o lectora de esta entrada observa la foto correspondiente a esta vista (dos fotos arriba) podrá advertir una edificación enorme que se levanta y oculta mínimamente la Fundación en el extremo izquierdo. He consultado mapas y fotos satelitales (incluyendo Google Earth) y no encuentro ni una pista de cuál puede ser. ¿Alguna sugerencia? Por lo pronto queda como un enigma a resolver.

Finalmente, si se están preguntando quién vino a recogernos para llevarnos de vuelta al aeropuerto al final de nuestra estancia (yo sí lo hice, y con cierta preocupación)… sí, justamente el mismo chofer que nos trajo. Llegó cinco minutos antes de lo convenido y con una amplia sonrisa que claramente significaba «Not very complex!». Salimos sin contratiempo alguno y llegamos rápido al CDG.

¿Platillo volador aterrizando? La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.
Parque La Danza, de Shelomo Selinger. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.
Fuente de agua potable, de Claude Torricini. Dentro de la boca de la rana hay otra más pequeña por donde sale el agua. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.
Escultura que inspiró el nombre del barrio: La Defensa de París, 1883, de Louis Ernest Barrias. La Defense, París. © Arturo Guillaumín T. / 2017.

Una respuesta a «La Defense: incursión fotográfica en el lado oculto de la luna»

  1. PARIS, que maravilla nos traes con fotos y comentarios a quienes no nos ha sido posible volver a la CIUDAD LUZ tan pronto como quisiéramos. Gracias nuevamente Arturo por compartir.

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