
Con esta entrada termino la serie «Regresar a casa». El título hace alusión a lo que diversos autores (Edgar Morin, Thomas Berry, Stephan Harding…) proponen en tiempos tan críticos: reconocernos los humanos como una sola especie (tan fragmentada en culturas, religiones e ideologías) y reconocer que el planeta Tierra es nuestra única casa y tratarla como tal, vernos como integrantes recién llegados de una compleja comunidad que ha evolucionado por 4 600 millones de años.

Atraído por el tema, pasé dos semanas en el Schumacher College, participando en un curso que no sólo me ha abierto la mente a nuevas ideas y teorías sobre la evolución y nuestro planeta. También ha abierto mis sentidos, mi intuición y mi lado espiritual (no religioso), adormecidos dentro de ese ámbito que llamamos intelectual. La experiencia, sin duda, ha sido la más enriquecedora en los últimos años de mi vida académica. Es un parteaguas que me muestra otros caminos para hacer investigación, para mi práctica docente y, lo más importante, para vivir la vida.

Ahora se abren nuevos proyectos a corto y mediano plazo, que incluyen seminarios abiertos y emergentes, publicaciones, cursos y talleres y el trabajo colaborativo en red con gente que está comprometida con un verdadero cambio cultural en otras partes del mundo.
Saludos a Rupert, Sean, Satish y Stephan desde este blog, desde este rincón del mundo. Gracias por sus enseñanzas.
Te esperamos con esos nuevos proyectos, un abrazo:.
comprometida con un verdadero cambio cultural en otras partes del mundo. y ¿ por estos lados del mundo no hay?