Ai Weiwei

Hace apenas un par de meses no sabía nada acerca de Ai Weiwei. Poco antes de salir de viaje a La Toscana, me topé con un artículo en un periódico en Internet donde se hablaba de algunas de sus obras recientes. Lo googleé (del verbo googlear) y encontré una gran cantidad de información, incluyendo su blog personal (aiweiwei.com) y numerosas reseñas de sus exposiciones e instalaciones por todo el mundo. Leí con mucho interés acerca de su vida y de su obra: se me reveló un personaje fascinante artística, cultural y políticamente. Veinticuatro horas antes de partir, recibí un boletín informativo del Palacio Strozzi (www.palazzostrozzi.org), de Florencia, al que me acababa de suscribir y, ¡oh sorpresa!: en unos días se iba a inaugurar allí una exposición retrospectiva de su obra. ¿Una alineación cósmica?

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Estructura metálica con forma de ala de ave. Exposición Libero, Florencia. © Arturo Guillaumin / 2016.

Hicimos escala en Amsterdam. Allí debíamos esperar un par de horas en el aeropuerto de Schipol, antes de seguir a Florencia. Estábamos en la sala de salida esperando a que llamaran a abordar. Fue cuando volteé a la izquierda (la información acerca de la dirección hacia donde giré la cabeza es absolutamente irrelevante, pero pienso que da cierto dramatismo al relato) y vi una figura conocida: ¡era el mismísimo Ai Weiwei! Estaba vestido con jeans, camiseta verde, chaqueta azul y zapatos tenis. Se veía concentrado, chateando en su teléfono celular. Se lo dije a Tere, y ella, sin dudarlo, salió disparada a preguntarle si en verdad era Ai Weiwei o se trataba de una alucinación aeroportuaria (son frecuentes en las salas de espera). Charlamos brevemente con él y pudimos constatar que, a pesar de toda la fama que lleva encima, se trata de una persona afable, sencilla y conversadora.

Ai Weiwei en el Mercato Centrale, de Florencia.
Ai Weiwei en el Mercato Centrale, de Florencia. © Arturo Guillaumin / 2016.
Cartel de Ai Weiwei en la Galería Uffizi.
Cartel de Ai Weiwei en el patio de la Galería Uffizi. © Arturo Guillaumin / 2016.

Ai Weiwei nació en Beijing el 28 de agosto de 1957. Es un artista plástico, arquitecto, diseñador, activista y crítico tenaz del gobierno de su país, bloguero, experto en antigüedades y gran jugador de blackjack. Las autoridades chinas, quienes han tratado de silenciarlo inútilmente, lo han acusado de bígamo, evasor de impuestos, distribuidor de pornografía y plagiario, entre otros cargos. Es hijo del poeta chino Ai Qing (1910-1996), quien fue candidato del Premio Nobel de Literatura y amigo de Pablo Neruda. Por sus ideas revolucionarias, Qing fue exiliado en 1958 por el gobierno chino a Manchuria (el equivalente chino de Siberia), donde vivió con su familia durante 16 años. Weiwei heredó de su padre su espíritu crítico y disidente, sin duda, y ha encontrado en el arte una forma más de protestar contra las injusticias en su país: la corrupción de la policía, la falta de libertad de expresión, la tortura, el trabajo forzado, los arrestos domiciliarios ilegales (como los que ha sufrido, incluyendo el último que duró cinco años), y la pena de muerte.

Ave de papel. Exposición Libero.
Ave-pez de papel. Exposición Libero, Florencia. © Arturo Guillaumin / 2016.
Cangrejos (hie xie) de porcelana. Exposición Libero.
Cangrejos (hie xie) de porcelana. Exposición Libero, Florencia. © Arturo Guillaumin / 2016.
Instalación con bicicletas (símbolo de libertad), Exposición Libero, Florencia. © Arturo Guillaumin / 2016.
Instalación con bicicletas (símbolo de libertad), Exposición Libero, Florencia. © Arturo Guillaumin / 2016.

Su Estudio de la Perspectiva consiste en una serie de fotografías que, a manera de selfies, Ai ha tomado a lo largo del tiempo, a partir de 1995 con una foto tomada en la Plaza de Tiananmen. Todas tienen en común que siempre aparece el brazo izquierdo del artista, levantando el dedo medio de la mano haciendo la seña que todos conocemos (giving the finger) a los lugares más icónicos del planeta, como la Casa Blanca, el Vaticano, el Museo del Louvre (frente a La Gioconda), la Torre Eiffel, la Plaza de San Marcos… Se produce una sensación curiosa cuando uno está frente a estas fotografías. La primera es de risa, lo cual pude constatar entre la gente que estaba a mi alrededor. Pero en una segunda mirada se advierte un poderoso acto de protesta detrás del gesto, un rechazo al poder de la cultura y la política. Con esta idea en mente, me estoy animando a comenzar mi propia serie. La lista de lugares se antoja infinita: la Cámara de Diputados, la de Senadores, la SEP, el Museo Soumaya, Los Pinos, Monsanto, zoológicos (no confundir con las Cámaras antes mencionadas)…

Estudio de la Perspectiva, exposición Liber, Florencia.
Estudio de la Perspectiva, exposición Libero, Florencia. © Arturo Guillaumin / 2016.
Estudio de la Perspectiva, exposición Libero, Florencia.
Estudio de la Perspectiva, exposición Libero, Florencia. © Arturo Guillaumin / 2016.

Ai Weiwei es actualmente uno de los artistas contemporáneos más prominentes de China que desafía al poder mediante su arte y sus enconados (y a veces divertidos) actos de protesta. Quizá haya sido más conocido mundialmente por su diseño del «Nido de pájaros» del Estadio Nacional de Pekín, construido para los Juego Olímpicos de 2008, en colaboración con los arquitectos suizos Herzog y de Meuron. Como botón de muestra de la «simpatía» que se ha ganado en los círculos del poder chino, en 2011, su recién construido estudio en la ciudad de Shanghai fue completamente arrasado por las autoridades locales con bulldozers, mientras sufría un arresto domiciliario más para impedir que estuviera presente. Curiosamente, las mismas autoridades de Shanghai le habían propuesto que construyera su estudio en un lugar que le habían designado especialmente para tal propósito.

Gran serpiente hecha con portafolios de diferentes tamaños.
Gran serpiente hecha con portafolios de diferentes tamaños. Exposición Libero, Florencia. © Arturo Guillaumin / 2016.
Detalle de la serpiente. Exposición Libero, Florencia.
Detalle de la serpiente. Exposición Libero, Florencia. © Arturo Guillaumin / 2016.
Campo de piezas metálicas. Exposición Libero, Florencia.
Campo de piezas metálicas. Exposición Libero, Florencia. © Arturo Guillaumin / 2016.

El arte siempre gana. Cualquier cosa puede pasarme a mí, pero el arte permanecerá

– Ai Weiwei

Escultura con sillas, exposición Libero, Florencia.
Escultura con sillas, exposición Libero, Florencia. © Arturo Guillaumin / 2016.
Ai en su estudio de Berlín, acompañado por uno de sus gatos.
Ai en su estudio de Berlín, acompañado por uno de sus gatos. © Palazzo Strozzi / Ai Weiwei / 2016.
Ai transforma en arte la destrucción de una urna Han con más de 2000 mil años de antigüedad.
Ai transforma en arte la destrucción de una urna Han, con más de 2000 años de antigüedad. Exposición Libero, Florencia. © Arturo Guillaumin / 2006.
Encuentro.
Encuentro en Schipol. © Arturo Guillaumin / 2016.

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