9 de Diciembre de 1980 (the dream is NOT over)

El 9 de diciembre de 1980 me despertó, como todos los días, el aparato de música. El despertador estaba sintonizado a una de las estaciones de la BBC. Eran las seis y media de una mañana muy fría. Los vidrios de la recámara estaban empañados y por la ventana pude ver que había algo de nieve. Desde allí la vista era magnífica: la empinada calle hacía levantar la mirada para descubrir, por enésima vez, una de las laderas de Calton Hill, una colina que se levanta cerca del centro de Edimburgo.

Calton Hill, Edimburgo.

Siempre me intrigó esa extraña colección de monumentos neoclásicos sobre Calton Hill: ¡Grecia y Roma al norte de la Muralla de Adriano! La BBC seguía tocando «Woman», de John Lennon, lo cual era un poco extraño para una estación dedicada a la música clásica, a otras expresiones de las artes y a las noticias internacionales. Estaba viviendo mi segundo año en la capital escocesa y ahora estaba enfrascado en la redacción de mi tesis. Así que ahí estaba yo frente a la máquina de escribir con mis cuadernos de notas.

Una vez que concluyó la bellísima canción de Lennon, el locutor tomó un profundo respiro y dijo sin más que la BBC rendía tributo a este compositor, recién asesinado la noche anterior en Nueva York, a manos de un maniático. Mi primera reacción fue la de no haber escuchado lo que había escuchado, así que me puse a sintonizar otras estaciones, como queriendo huir de esa frecuencia. Corroboré al instante la noticia: todo el espectro estaba dedicado a reproducir Double Fantasy, el último disco de John Lennon. No había duda.

John Lennon y Sean en Nueva York.

Debía ir a la universidad, pero esa mañana sentía que no tenía sentido nada de lo que tenía programado hacer ese día. Una vez que salí a la calle, pude ver que la mayoría de las tiendas habían colocado televisores en sus aparadores para sintonizar las noticias y homenajes que se multiplicaban por todas partes. Era conmovedor ver a niños, adultos y ancianos frente a los televisores con las miradas empañadas. No tenía la menor idea de lo que Lennon significaba para esta nación.

Fue entonces cuando supe que Lennon se había retirado de la música durante cinco años para dedicarse a criar a su hijo Sean. Aprendió a hacer pan, cocinar y cambiar pañales. Pasaba largas horas haciendo dibujos para su hijo. Una vez que terminaba uno, le preguntaba qué era lo que había dibujado. Así, fue titulando cada uno de ellos. Hoy se pueden disfrutar todos ellos en la publicación Real Love: The drawings for Sean.

A cat climbing, de John Lennon.

Hace 31 años de esa fría y terrible mañana. Hace 31 años que la frase de Lennon adquirió sentido para mí: «The dream is over». Pero ahí está su música, sus libros de relatos y poemas, sus dibujos y diseños, sus himnos a favor de la paz. Quizá el sueño no haya terminado del todo. Es que la vida es así: «Life is what happens to you while you are busy making other plans» (Lennon).