Fluctuat nec mergitur

Fluctuat nec mergitur significa, en latín, «batida por las olas pero no hundida». Esta frase es el lema de París. La podemos encontrar en el escudo de la ciudad debajo de un barco que navega agitadas aguas. Nada más lógico en una ciudad que es atravesada por el río Sena y cuyo núcleo urbano comenzó en una pequeña isla llamada Isla de la Ciudad (Île de la Cité), que tiene, precisamente, forma de un barco. Si bien aparece en muchos edificios oficiales y estaciones del metro de la ciudad, el lema no fue comprendido a cabalidad hasta el ataque terrorista de finales de 2015. Desde entonces se ha convertido en símbolo de resiliencia de París.

Una vez más la frase surge de nuevo en boca de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo (gaditana, por cierto): «No tengo palabras para expresar el dolor que siento. Esta noche, todos los parisinos y franceses lloran este emblema de nuestra Historia Común. De nuestro lema obtendremos la fuerza para levantarnos: Fluctuat Nec Mergitur». Se refería así al terrible incendio que casi acabó con la Catedral de Notre Dame este 15 de abril de 2019. De las 7 a las 11 de la noche, el fuego acabó con la aguja y el techo de la catedral y estuvo a punto de destruir el resto de la estructura de no ser por la intensa labor de más de 400 bomberos.

Incendio de Notre Dame. (C) Thomas Samson (AFP) / 2019.
Incendio de Notre Dame (c) Patrick Anidjar (AFP) / 2019.
Incendio de Notre Dame (C) Francois Mori (AP) / 2019.
Incendio de Notre Dame, París. (C) Geoffroy Van Der Hasselt (AFP) / 2019.

La escala del desastre va más allá de un sitio turístico que era visitado por más de 15 millones de personas al año. Se trata de un referente histórico, cultural y artístico de importancia mundial. No es necesario ser francés ni católico para comprender la enorme pérdida de este edificio gótico de 850 años, construido entre 1163 y 1345. Tardarán muchos años para reconstruirlo. El presidente Macron dijo: » El pueblo francés la reconstruirá, la levantará de nuevo. Y estaremos ahí, el mundo entero está y estará con Francia. La catedral de Notre Dame resurgirá de sus cenizas». Habrá que esperar mucho tiempo, antes de poder escuchar esos impresionantes cantos gregorianos en sus misas.