¿Qué WhatsApp?

Ya que nos encontrábamos en París, quise probar si el Whatsapp tenía un alcance de más de veinte metros (que es la distancia promedio a la que yo lo utilizo), enviando un mensaje al otro lado del charco. Tomé una foto del maravilloso edificio de la Fundación Louis Vuitton (ver entrada anterior) y se la envié a José Luis, con el siguiente texto: “Saludos desde París, mi querido amigo”. En verdad no creí que resultara la prueba. Más bien esperaba un aviso que me informara algo como: “Lo sentimos mucho. Su mensaje no pudo ser enviado. Por favor, haga una recarga extra de 50 € y ya veremos”.

Cuál sería mi sorpresa cuando de mi celular brotó la melodía que me anunciaba la recepción de un mensaje: “♬ tit-ta-ra-tit-tit ♬ B♭”. ¡Sí funciona! José Luis me había respondido en menos de tres minutos. Su respuesta fue: “Querido amigo rabelesiano –por la anterior alusión a Gargantúa–, es un extraordinario gusto recibir tu mensaje icónico desde la Ciudad de la Luz. Y ya que andas elongando el espíritu con la exquisita frivolidad parisina (¡Vuitton!), espero una imagen de los escaparates de las Galerías Lafayette. Enardece tu vivencia paseando por el Boulevard Clichy (¡Oh Pigalle!). Te abrazo desde esta ciudad, con menos calor que el de París, ¡pero también con menos belleza! Cuídate”.

Estoy ya acostumbrado a las referencias literarias y a ese lenguaje churrigueresco (tardío) que utiliza en estos intercambios por el celular. Desencripté lo que tenía que desencriptar y pasé al resto del mensaje. Allí había una petición y una recomendación. La primera, una fotografía de los aparadores de la famosa tienda Galerías Lafayette. La segunda, la sugerencia de recorrer el Boulevard Clichy, con especial atención al barrio de Pigalle, conocido ampliamente por las ofertas nocturnas que ofrece en sus calles y esquinas. Respecto a la primera, no tomé una, sino varias fotografías de las Galerías, pero no de los aparadores. Decidí mejor captar la impresionante cúpula que remata el edificio.

La cúpula de las Galerías Lafayette.
La cúpula de las Galerías Lafayette.

No sólo fotografié la cúpula desde el interior de los almacenes, que es como se aprecia la belleza de sus vitrales. También decidí mostrar su cara oculta. Así que subimos a la azotea. Allí descubrimos que este último nivel ha sido acondicionado para… ¡hacerse las ilusiones de que uno está en la playa! (versión francesa de “Acapulco en la azotea”). Sólo faltaban los vendedores de coco con ginebra. Una inspección detallada del lugar nos llevó a una pequeña placa en la que se puede leer que el piloto aviador Jules Védrine aterrizó su aeroplano allí mismo, el 19 de enero de 1919.

La cúpula por afuera.
La cúpula por afuera.
Azotea de las Galerías
Azotea de las Galerías, con la «playa» verde.
La placa qye recuerda la hazaña.
La placa que recuerda la hazaña.

La historia es esta. Las Galerías Lafayette organizaron una competencia para desafiar a los pilotos más atrevidos de la época, la Era Dorada de la Aviación: aterrizar un avión en la azotea de los famosos almacenes. El premio consistía en la jugosa cantidad de 25 mil francos (supongo que hace casi cien años esa era una buena cantidad de dinero). Las autoridades parisinas prohibieron de inmediato la competencia, por el peligro que representaba intentar tal cosa en el centro de París, a 33 metros de las concurridas calles y con numerosos edificios aledaños (entre ellos, el de la Ópera Garnier). Tal prohibición le valió bolillo (para utilizar una frase ya en desuso) a nuestro buen Jules. Eso sí, tuvo que pagar una multa de seis francos por la hazaña tan temeraria. Supongo que los 24 994 francos que le quedaron valieron la pena.

Jules Védrines
Jules Védrines
El aterrizaje sobre las Galerías Lafayette.
El aterrizaje sobre las Galerías Lafayette.

Respecto a la sugerencia de José Luis de visitar Pigalle, debo decir que las cosas no salieron como yo quería. Inventar que iba a comprar un poco de pan en una famosísima boulangerie de aquel barrio… a las once de la noche, no dio resultado. Será para la próxima vez. Con una excusa un poco más elaborada.

Nota: hacer click sobre las fotos para ver los detalles.

A excepción de las últimas dos fotos (Biblioteca Nacional de Francia), las demás son mías: © Arturo Guillaumín T. / 2015.

Un barco que emerge en medio del bosque

El año pasado (2014), se inauguró la Fundación Louis Vuitton, en París, un espacio dedicado al descubrimiento de la creación artística contemporánea. En él se aloja una amplia diversidad de experiencias culturales para los visitantes: una colección permanente de arte, los trabajos comisionados por la Fundación, las exhibiciones temporales, la creación de artistas in situ, así como otras expresiones que incluyen al teatro y la música.

Por un euro, uno se puede subir a este minibús para visitar la Fundación.
Por un euro, uno se puede subir a este minibús eléctrico para visitar la Fundación.

El edificio fue encargado al arquitecto canadiense Frank Gehry, y es el primer gesto artístico con el que se encuentra el visitante al llegar: una enorme y elegante estructura que semeja un barco. Las curvas y líneas geométricas se han adaptado perfectamente a las formas del jardín circundante, y las doce velas de vidrio juegan con la luz y los reflejos de una enorme pila de agua sobre la que se asienta la estructura. De hecho, su diseño fue inspirado por un yate de principios del siglo pasado, el yate Susanne.

Yate Susanne. La fotografía fue tomada por Ken Beken, en 1911.
Yate Susanne. La fotografía fue tomada por Ken Beken, en 1911. Obtenida de www.classicboat.co.uk.

Para lograr la apariencia de un barco, se construyeron las «velas» con un material que les diera una apariencia de ligereza: el vidrio. Se produjeron paneles de vidrio a escala industrial, y con especificaciones muy particulares para poder satisfacer las necesidades de la construcción. La superficie se dividió en 3 600 elementos: cada uno es único en cuanto a su radio, curvatura, ángulo y orientación. La sola colocación de estos paneles requirió de 17 meses.

Una de las fachadas de la Fundación Louis Vuitton
Una de las fachadas de la Fundación Louis Vuitton.
Vista desde una de las terrazas hacia La Defense
Vista desde una de las terrazas hacia La Defense (el área de negocios de París).

La arquitectura constituye una continua interacción entre el interior y el exterior, e invita al visitante a recorrer todos sus espacios, sus recovecos, corredores, terrazas, escaleras y salas. Es una sucesión de cambiantes perspectivas que crean una experiencia arquitectónica única. Aun si despojáramos al edificio de todos los objetos que contiene, sería un motivo suficiente para visitarlo.

Pasillo junto al espejo de agua
Pasillo junto al espejo de agua.

El enorme peso de las velas de vidrio se apoya en una enorme estructura mixta de madera y acero, dos materiales que tienen diferentes propiedades y cuyas interacciones tuvieron que ser puestas a prueba mediante modelos a escala. «Un iceberg envuelto en velas de vidrio», así es como Gehry imaginó desde el principio su edificio.

FLV Terraza y Estructura 01Terraza y pasillos.

Vestíbulo. (Foto: © Arturo Guillaumín T. 7 2015
Vestíbulo.
Terraza, pasillos y estructura. (Foto: © Arturo Guillaumín T. / 2015)
La estructura de las velas.
Espejo de agua.
Espejo de agua.

La Fundación cuenta con 17 galerías en las que se alojan la exhibición permanente, las exposiciones temporales, así como las actividades de los artistas invitados. Las escaleras y los elevadores son más que elementos que conectan los diversos niveles del edificio: fueron cuidadosamente diseñados para que sean parte de una unidad geométrica total.

Una de las galerías de la Fundación. (Foto: © Arturo Guillaumín T. / 2015)
Una de las galerías.

La Fundación Louis Vuitton se levanta a un lado del Jardín d’Acclimatation, en el Bosque de Bolonia (Bois de Boulogne), con una extensión de 846 hectáreas. Era un antiguo coto de caza de los reyes, y hoy es un gran pulmón de la ciudad y un parque que supera en tamaño al Central Park de Nueva York y al Hyde Park de Londres. Es una excelente lugar para jugar a las escondidas.

Escalera de agua.
Escalera de agua.
La escalera de agua desde el nivel de la entrada a la Fundación.
La escalera de agua desde el nivel de la entrada a la Fundación.

IMG_20150719_190710Nota: algunos datos técnicos de la Fundación fueron tomados de: LVMH. (2014). Fondation Louis Vuitton. París: Connaissance des Arts.

Todas las fotografías (a excepción de la segunda): © Arturo Guillaumín T. / 2015